De la sabana y el caballo al mar y la tabla

La cultura vaquera y la cultura del surf en Costa Rica

 

 

En Costa Rica sabemos que cambiamos el ejército por los libros, cuando en 1948 se decretó la abolición del ejército. Nos hemos proclamado como un país amante de la paz que no debe financiar la compra de armas y así poder invertir más en la educación, la conservación de la naturaleza y la seguridad de sus habitantes y sus visitantes.

De la misma manera podemos decir simbólicamente que hemos cambiado la cultura del vaquero que cabalgaba por las llanuras y las sabanas costeras por la cultura del surf y la tabla que nos acompaña en las playas.


Más allá, esta reflexión no literal pero sí general, marca una evolución en la forma de ser del costarricense, un estado en donde la economía impulsada principalmente por el turismo cambia por completo el estilo de vida en las zonas costeras, inclinándose más la actividad económica hacia la playa que hacia la sabana, haciendo una transición de la economía tradicional de la ganadería hacia la de la recreación y la atención de visitas aprovechando las belleza natural de la que ha sido generosamente dotado el territorio costarricense. 


Decimos que cambiamos los caballos por las tablas cuando el crecimiento del turismo es enorme y el interés está en montar olas más que caballos y que los hoteles y los restaurantes se llenan de personas curiosas por experimentar el paisaje y degustar sus delicias criollas llenas de sabor. 
Destaca también la creciente atracción internacional por deportes al aire libre y el contacto directo con la naturaleza como el surf, donde Costa Rica es un privilegiado en el mundo y sus playas además de buenas olas cuentan con la infraestructura para atender todos los gustos de quienes vienen de visita. 
Cabe decir que los estilos de vida de las personas han cambiado, hay una constante búsqueda de conexión con la naturaleza y estados más relajados, que permitan mejorar la salud física y mental de los habitantes y los visitantes, eso ha hecho que predomine la forma de tener acceso a playas y montañas con fines recreativos y en las últimas décadas también como alternativas de vivienda. 


Sea en la playa o la montaña, con una tabla o un caballo en Costa Rica siempre habrá una enorme oportunidad de montarse en la OLA de la conexión con la naturaleza, de desconectar el ruido estresante de la ciudad para conectarse con sonido relajante de las olas del mar, la brisa de la montaña y el cantar de los grillos y chicharras que seducen la razón dar espacio a la intuición. PURA VIDA!