El secreto del Rincón de la Vieja

Para empezar a adentrarnos en los secretos del volcán debemos primero dar una mirada a las grandes características que lo hacen distinguirse dentro de la cordillera guanacasteca. Una altitud de 1.806 metros, con una laguna y 9 cráteres (sólo uno activo), esconde historias y tradiciones de aborígenes que habitaban la zona y murmuraban sobre la mallada bruja, con ojos de fuego y dientes de jaguar que vivía aterrorizando a los pueblos de la Gran Nicoya.

Una de las historias se refiere a ésta mujer como tan malvada hacia la gente del pueblo, que los dioses la capturaron, la amarraron y la metieron al cráter del volcán. Ahí quedó prisionera su energía que a veces se siente en sus gritos que se manifiestan cuando la tierra tiembla y las aguas termales aumentan su vapor.

Sin embargo la historia del amor imposible es también conocida por los vecinos de Curubandé, la población liberiana más cercana al volcán, quienes cuentan de una valiente heroína llamada Curubanda. Una mujer hermosa que se enamoró de Mixoac, jefe de una tribu enemiga por lo cual el padre de ella lo lanzó al cráter para acabar con la historia de amor.

Curubanda, al descubrir la muerte de su amado se fue a vivir al otro lado del volcán y cuando dio a luz a su hijo, producto de su amor imposible , lo lanzó al volcán para que esté junto a su padre.

Lejos de su hogar, vivía dentro del bosque en una cueva, entre los animales salvajes. Se transformó en una chamán que curaba con flores, hierbas y plantas medicinales a todo aquel que lo necesitase. Desde entonces la gente señalaba como dirección de la princesa transformada en una chaman: “allá, por el rincón de la vieja india curandera”.

Sin embargo, aquella curandera fue una princesa que decidió vivir de ermitaña en la belleza de las faldas del volcán, recordando aquel idilio de amor.